Sinopsis:
Hay niñas que son esencialmente buenas. Otras son
esencialmente malas. Y otras bueno, otras son esencialmente brujas. No puedes
cambiar quien eres. La magia, la superstición y la intriga se entrelazan en
esta historia en la que el mal se oculta tras el manto de la luz y el amor
verdadero surge de la oscuridad. No podrás escapar del hechizo de Pie de Bruja.
Como la sinopsis no dice mucho les hare un resumen pequeño. En
un pequeño pueblo de Europa existe una leyenda de un niño llamado pie de bruja
el cual se considera que es el hijo del diablo y que fue expulsado de este
lugar, esta historia llega a oídos de una niña llamada Ava por medio de Branka
(su niñera) quien es del mismo pueblo de donde nace la leyenda de pie de bruja.
Años después Ava decide visitar a Branka, descubre que pie
de bruja no es una leyenda y que parte de su nueva vida es conocer la verdad de
esta historia.
Opinión:
Nunca había leído un libro de Carolina Andújar y debo decir
que me sorprende ver el talento que tiene esta escritora, vuelve a sacar esa
parte mística de las brujas y los hechiceros la cual se había perdido en los
últimos libros juveniles que tocaban
esta clase de temas.
Me gusta cómo está construido el personaje de Nemeth, es a
mi modo de ver el personaje más trabajado del libro y al que verdaderamente
termine odiando.
Es un libro interesante que aporta unos elementos muy
originales, que retoma esa magia de los escritos de antes por medio de
rituales, mitos, leyendas y sobre todo con una historia muy bien contada.
Se me hace que la parte romántica del libro se ve un poco
forzada en el libro por todo el tema que este lleva, pero aun así es un libro
recomendable y con el que uno se puede entretener.
Este libro me gusto porque tiene un trasfondo religioso y me
demostró que una religión no hace buenos samaritanos, ya que la pureza de un
ser humano nace de su corazón, de su manera de pensar y no de la que una deidad
imponga sobre su mente y su manera de vivir.
Las citas del libro:
- Debería saber de sobra que aquello que hace impuro al hombre proviene de su corazón, no de lo que hay fuera de él.
- No acostumbro callar ante el insulto o la infamia; la sumisión no hace parte de mi naturaleza.